La buena nutrición es importante, sin importar la edad. Brinda energía y puede ayudar a controlar el peso. También puede ayudar a prevenir enfermedades, como osteoporosis, hipertensión arterial, enfermedades del corazón, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer.
A medida que envejecemos por ejemplo, se pueden necesitar menos calorías, pero de todas formas vamos a necesitar suficientes nutrientes. Algunos adultos mayores necesitan más proteínas. Para mantenernos saludables debemos:
1. Escoger alimentos bajos en colesterol y grasas:
Especialmente evitar los que contienen grasas saturadas y trans. Las saturadas son grasas de origen animal, mientras que las trans son grasas procesadas en margarina y grasa alimentaria. Se pueden encontrar en los productos horneados que se venden en tiendas o alimentos fritos en los restaurantes de comida rápida.
2. Comer alimentos que nos entregan muchos nutrientes sin demasiadas calorías extra, tales como:
– Frutas y vegetales (elegir diferentes tipos con colores vivos).
– Granos integrales, como avena, pan integral y arroz integral.
– Leche descremada y queso bajo en calorías, o leche de arroz o de soya fortificada con vitamina D y calcio.
– Pescados, mariscos, carnes magras, aves y huevos.
– Frijoles, nueces y semillas.
3. Tomar suficientes líquidos:
No se deshidrate. Algunas personas pierden la capacidad de sentir sed a medida que envejecen.
Además ciertos medicamentos pueden aumentar la importancia de beber suficientes líquidos. Si ha comenzado a perder el apetito, la actividad física puede ayudarle.
Recomendación Adicional
Pero recuerde que, antes de hacer cualquier cambio en su rutina o alimentación, primeramente debe consultarlo con su médico o nutricionista, para que su alimentación sea acorde a sus necesidades. Cada cuerpo es diferente y necesita un cuidado y atención particular.
¡Los buenos hábitos nos ayudarán a tener una mejor calidad de vida!